Reseña de Sicarios: Colgados en el desierto, de Roberto Corroto y Ertito Montana

Roberto Corroto (guión) y Ertito Montana (dibujo) firman la segunda entrega de Sicarios, una serie autoeditada a través del sello editorial Zona 00. Sicarios es una buddy movie viñetera protagonizada por Phil Anselmo y Riot Girl, dos asesinos a sueldo que se ven envueltos en todo tipo de peripecias cuando realizan sus «encargos» o se dirigen a ellos.

En este segundo volumen, los protagonistas, de manera totalmente casual, se ven envueltos en una tremenda balasera de tintes lovecraftianos con pinceladas de Hellboy y Abierto hasta el amanecer.
Montana y Corroto se entienden y van al grano. Este es un tebeo de acción y entretenimiento y sus creadores no pierden el tiempo con adornos innecesarios. La narrativa de Ertito Montana está condicionada por el formato apaisado de Sicarios, elegido para funcionar tanto en formato webcomic como en papel. El propio autor reconoce su tendencia a diseñar páginas con muchas viñetas, lo cual no entorpece el ritmo de Sicarios. Sí es cierto que en esta historia en particular, plagada de espacios inmensos y terribles criaturas, hay algún momento en el que se echa de menos ese punto de grandilocuencia que otorga una splash page. Por lo demás, nada que reprochar a un dibujante que va consolidando un buen puñado de páginas a sus espaldas y que ha sabido encontrar un estilo propio versátil y vistoso.

Roberto Corroto acierta con unos diálogos frescos que resultan, además, muy útiles para conocer la personalidad de Phil y Riot y la relación que existe entre ellos. El guionista acierta también al no intentar explicar demasiado ni ahogarse en tramas paralelas, algo que habría lastrado excesivamente la estructura de una obra breve. Sicarios funciona porque cuenta lo que cuenta de manera sencilla y directa y deja con la sensación de que hay muchas cosas que no sabes y que vas a querer saber.

Sicarios es un buen tebeo que, al menos a mí, me recuerda a las ganas y el buen hacer de lo mejor de Camaleón Ediciones. A nivel de edición tiene un par de detalles mejorables, como son una tipografía pequeñita y algo sosa en los bocadillos o la sobreutilización de tipografías en la portada. Personalmente, me encantan la libertad, las ganas y la dedicación y la ilusión de los autores de Sicarios por sacar adelante un serie y unos personajes con claras posibilidades de ir a más.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*