Bajo un título tan evocador y reminiscente, como de película de Zhang Yimou llega a nuestro país esta curiosa recopilación de relatos cortos fantásticos.
Para el público español, esta obra de Ryoko Kui prepara la llegada de su Tragones y Mazmorras, obra más popular de una autora caracterizada por practicar un fino sentido del humor que intercalado con situaciones de corte fantástico.
En Los siete hijos del dragón vemos como Kui coge diversas convenciones fantásticas como dragones, hombres lobos, sirenas o familias superpoderosas y las intercala con lo cotidiano. Lejos de abundar en las diferencias, la propuesta de la autora toma como punto de partida la normalización de lo extraño como recurso humorístico.
Con un punto de vista extremadamente amable, Los siete hijos del dragón nos traslada a todo tipo de escenarios más o menos verosímiles en los cuales, con un tono muy cercano, casi cómplice, se nos cuentan pequeñas historias llenas de imaginación y un sentido del humor que invita a la sonrisa más que a la carcajada. Sin entrar directamente en la moralina, hay un tono general de fábula en sus historias de pequeñas deidades venidas a menos o muchachas cuyo único superpoder es hacer que la gente lleve pijama. En todas ellas se adivina una pequeña enseñanza en forma de conclusión que, en cierto modo, sirve para dar unidad formal a relatos que, por lo demás, resultan dispares en casi todo.
Ryoko Kui demuestra una gran versatilidad a la hora de dibujar historias con ambientaciones muy diferentes. Sin grandes complicaciones, y haciendo uso de un estilo neutro pero versátil, la mangaka despliega una sensibilidad total a la hora de mostrar los contrastes resultantes de mezclar fantasía con un tono muy cercano al slice of life.
Los siete hijos del dragón es una excelente primera toma de contacto con Ryoko Kui, una autora muy a tener en cuenta cuyo Tragones y Mazmorras, alocada y sugerente combinación de fantasía heroica y seinen culinario, promete ser uno de los mangas del año.