Batman Inc. es una de las propuestas de Grant Morrison mientras se ha encargado de escribir historias sobre el Caballero Oscuro. Se trata, de manera resumida, de una empresa que, con el conveniente apoyo monetario de Bruce Wayne, se dedica a «franquiciar» a Batman por todo el mundo, estableciendo una red de justicieros que compartan ética, recursos y métodos con el Hombre Murciélago. El desarrollo de la idea se llevó a cabo durante un primer volumen vibrante y concluye, al menos temporalmente, con un segundo volumen que abre La Estrella del Demonio y cerrará una próxima entega.
Es curioso como durante los últimos años Batman ha dejado de ser un personaje más o menos solitario para pasar a ser el cabeza de familia no solo de su hijo carnal, sino de una ristra de personajes como Nightwing, Batgirl, Batwoman o Red Hood. Y al fin y al cabo, en este La Estrella del Demonio lo que nos encontramos no deja de ser una historia de conflicto familiar. Un Kramer contra Kramer superheroico en el que Talia Al Gul, eterna amor/odio de Batman pone en peligro no sólo a su hijo sino también a su hogar, a través de una amenazadora organización criminal llamada Leviatán.
El Hombre Murciélago se ve en la tesitura de educar y proteger a su vástago, el díscolo Damian y a salvar de las garras de la anarquía más destructiva la ciudad a la que ha jurado proteger. En ocasiones ambos objetivos se antojan como antagónicos, y es ahi donde Grant Morrison, más allá de una trabajada contextualización y de diversas muestras de epatante ingenio, genera el conflicto necesario para que prenda el interés del lector.
Sembrando una constante sensación de incertidumbre e imprevisibilidad, Morrison consigue extraer lo mejor de un personaje cuyo rendimiento siempre ha sido motable cuando se le enfrenta a peligros inmensos y su capacidad de superarlos no está del todo clara. En este caso, las decisiones que Batman debe tomar afectan a la misma línea de flotación del personaje: la paternidad y la familia, la dicotomía entre proteger a su hijo y que este pueda ser la ruina de la ciudad que defiende. Esa urbe neoliberal que, ante la perversión y desarme de los poderes públicos, confía su supervivencia depende de la iniciativa privada (Batman Inc.) .
Chris Burnham se antoja como un dibujante apropiado para plasmar este conflicto. El artista, heredero poco disimulado de Frank Quitely, tiene ese punto rocoso a la hora de de retratar a los personajes y una sólida capacidad para transmitir el entorno sucio, malsano y apocalíptico en el que se desenvuelve la trama. Burnham no se complica y apuesta por un estilo narrativo directo y sencillo no exento de dramatismo y contundencia. A falta de pan, buenas son las tortas.
Batman Inc. es una excelente demostración de cómo un guionista de primerísima línea, aún cuando se dedica a trabajos más mainstream, sabe mantener un buen nivel pero, sobre todo, una identidad. Muchos consideraran Batman Inc. Como un trabajo menor dentro de la carrera. Eso, sin embargo, no quita que siga siendo un tebeo de superhéroes muy por encima de la media.
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