Reseña de Z, de Valentín Ramón

Z

A Valentín Ramón le conocerán quienes se llevaron la grata sorpresa de leer su D4ve, con guion de Ryan Ferrier, un especialísimo cómic que venía de hacer las Américas y se convirtió en méritos propios en una de las sorpresa del año pasado. Ahora, el dibujante acaba de publicar Z, un ambicioso proyecto de novela gráfica sin diálogos editado mediante micromecenazgo a través de la plataforma Kickstarter.

Si no conoces el dibujo de Valentín Ramón, el acercamiento más simple y directo a su trabajo sería situarlo como una combinación hipervitaminada del detallismo de Geoff Darrow y la juguetona elasticidad del Michael Allred de Madman. Ramón es un narrador extremadamente dinámico que se empeña en convertir casi cada página de este Z en un vertiginoso juego de slapstick y acción hiperbólica.

A través de un personaje dotado de un sorprendente magnetismo, Z nos sitúa en un imposible universo distópico en el que campa por sus anchas el humor gamberro, encarnado en una frenética escalada armamentística de manera más notable. Un frenesí con banda sonora de The Prodigy en el que, cuando parecía imposible, aparece un inesperado giro que marca más alto el listón de delirio.

Z es un pulp anfetamínico ante el que solo puedes dejarte llevar y ser arrastrado por la vorágine. Es también un trabajo de orfebre a nivel gráfico al que se le adivinan horas de planificación y estudio para lograr que todo encaje en esta oda a la anarquía. Uno solo puede aventurar hacia dónde pueden llegar los límites de la imaginación de Valentín Ramón como autor completo, ahora que ha abierto la caja de Pandora.