Torpe, de Jeffrey Brown

Tras debutar en nuestro país con Inverosímil, Jeffrey Brown vuelve a ser novedad en nuestro país gracias a la publicación de Torpe, la que fuera su primera obra, autoeditada a inicios de la presente década. En Torpe, Jeffrey Brown abre la veda de las historias intimistas sobre relaciones personales que seguiría ofreciendo en Inverosímil y otros trabajos. A partir de un dibujo extremadamente básico (el mismo autor explica en la introducción que su intención era “volver a dibujar comics como cuando era niño”), Brown, protegido de grandes nombres como Chris Ware o James Kochalka, desarrolla pequeños episodios de una relación amorosa, pinceladas de cotidianeidad en las que el sexo, el humor, la tristeza o la rutina conviven de manera coherente y natural. Sin orden aparente ni necesidad de la misma, el norteamericano presenta diversos momentos de variable duración e importancia, simples anécdotas o pequeños diálogos o situaciones, en los que nos ofrece de una manera sincera y directa el inicio, desarrollo y final de una historia de amor. A mi parecer, el mayor mérito de Torpe radica en esa sinceridad poco habitual a la hora de abordar los momentos alegres, tristes o sencillamente patéticos de cualquier relación. El slice of life, como cualquier otro género, es susceptible de que el autor filtre las situaciones que más le interesan pese a que, finalmente, todo acabe teniendo un aspecto aceptablemente verité. En este caso, o Jeffrey Brown es taimado y maquiavélico como el vendedor de enciclopedias más cabrón del universo o, muy al contrario, nos encontramos ante uno de los autores más directos y valientes de todos aquellos que hacen un arte de airear sus miserias. Personalmente, me decanto por ésta última opción. Sin ser una obra cuyos argumentos puedan convencer a todo el mundo debido a su particular apuesta gráfica y su modo de contar, sí que se trata, tal y como se plantea en la primerísima página de la novela gráfica, de una obra que puede llegar , y de qué manera, a todos aquellos que alguna vez han amado y perdido.

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