Yo fui guionista de Paco Roca: el cómic perdido del dibujante de Arrugas

Max Thunder Paco Roca
Hoy estoy aquí para contaros una historia perdida en la noche de los tiempos. Yo, Alex Serrano, fui guionista de Paco Roca. Sí, ESE Paco Roca, EL Paco Roca, el de Arrugas y Los Surcos del Azar, el del Premio Nacional de Cómic. El cómic en cuestión es, además, una obra que poca gente conoce y casi nadie tiene (conscientemente).
Pero vayamos por partes… ¿a qué viene todo esto?¿de dónde sale? Estos días ha salido a colación la difícil situación en la que han quedado numerosos autores vinculados a la editorial Edicions de Ponent como consecuencia de la muerte de su máximo responsable, Paco Camarasa, hace un año. Paco era un amigo querido con quien colaboré para publicar cómics como King, de Ho Che Anderson o el Ángel Callejero de Brian Maruca y Jim Rugg. Recomendé ambas a obras a Paco, negocié los términos, realicé las traducciones e, incluso, en el caso de King, me encargué de comisariar una exposición itinerante con materiales didácticos incluidos.
Conocí a Paco Camarasa cuando estudiaba Periodismo en Valencia, a finales de los noventa. En aquella inquieta y desordenada época pasé largas horas encerradas en el despacho del que era mi profesor y, durante un tiempo , se convirtió en amigo, Celes López (ahora community manager de Panini Comics), buscando documentación para los dos libros que publiqué durante aquellos años en la extinta Ediciones Midons de Juan Puchades, The Obi-Wan Experience y Heroínas del Espacio. Hablamos de una época en la que casi nadie tenía acceso a Internet y Celes, muy amablemente, me cedió su ordenador en ratos muertos. En ese despacho se fraguaron muchas y muy variadas iniciativas. Por aquel entonces, Paco Camarasa daba clases en la misma universidad y era también amigo de Celes. No me preguntéis cómo, pero surgió la posibilidad de que Edicions de Ponent publicara una revista sobre Magic, el juego de cartas coleccionables que entonces ya era todo un fenómeno (de hecho, Culpable y Perdedor comenzó como web sobre Magic, pero esa es otra historia). La idea era aprovechar la buena coyuntura para editar una revista con estándares más profesionales que lo que había. Paco incluso lió al estudio del conocido diseñador valenciano MacDiego para que hiciese la maqueta.
Max Thunder APco Roca 2
El tema de la revista se fue dilatando y al final quedó en nada, pero ya se había fraguado un «algo» y estaba claro que de los encuentros en el despacho de Celes tenía que salir algo. Y ese algo acabó siendo un cómic. Paco, tenía vínculos familiares con la conocida fabricante de juguetes Famosa. La juguetera, viendo el éxito de la línea de muñecos de acción Action Man, había pensado en lanzar su propia línea de figuras, tomando como referencia el tamaño de los clásicos Madelman. El nombre del proyecto era «Famoman», aunque finalmente se le renombró como Max Thunder. Celes, yo y no recuerdo si alguien más nos curramos la ambientación y desarrollo de personajes, villanos, action sets, etc… Estaba previsto que los juguetes incluyesen además un cómic con las aventuras del personaje, de cuyos guiones también nos encargamos. Una de las preguntas más recurrentes a los periodistas musicales suele ser si nunca han pensado en montar un grupo, así que podéis haceros una idea de lo que suponía para un chaval de veinte años atrapadísimo por los cómics tener la oportunidad de escribir el guión de uno, aunque fuese para una línea de juguetes. Mi guión, por supuesto, era malísimo. El tema es que el responsable del primer tebeo del personaje era un dibujante de Valencia conocido de Paco Camarasa llamado… Paco Roca, con quien, creo recordar, no tuve contacto directo en ningún momento.
Ni siquiera recuerdo si llegué a cobrar algo por aquel trabajo (me parece que sí) pero, desde luego, nunca llegamos a recibir los muñecos y cómics que Paco Camarasa nos prometió. La línea Max Thunder no llegó a despegar en ningún momento (la idea era buena, pero la ejecución resultaba bastante cutre) y ahí quedó la cosa.
Max Thunder Paco Roca 3
Tras haberme olvidado del tema, años después, en 2005,  tuve una epifanía con todo aquello y le mandé un mail a Paco Roca preguntándole si no tendría aquellos cómics y si conservaba algún original. Yo había perdido el disco duro donde guardaba todos los documentos relativos a aquella época y la cuenta de correo de Ono que utilizaba por aquel entonces. Un desastre, vamos. Paco me respondió amabilísimamente, me contó que, efectivamente, había trabajado en Max Thunder y se había encargado del primer cómic. Incluso me adjuntó algunas páginas del cómic de marras, algunas de las cuales me permito mostrar aquí (si lees esto, espero que no te moleste, Paco). Aún hoy, sigo sin conocer a Paco Roca en persona. Le he avistado en multitud de ocasiones en diversos salones del cómic y, más recientemente, en la inauguración de su maravillosa expo en Pepita Lumier, pero nunca ha sido buen momento o mi timidez para entrar a gente a quien conozco solo virtualmente me han impedido presentarme y comentar la anécdota. Así pues, si llegaste a tener un Max Thunder, es posible que tengas el tebeo perdido de Paco Roca. Y si eres un completista de su obra, ya puedes ponerte a buscar Max Thunders :).
 
En cuanto al artífice de esta entrañable anécdota (al menos a mí me lo parece), Paco Camarasa, solo puedo destacar mi admiración y agradecimiento.  Cuando me vine a vivir a Madrid y me alejé una temporada larga del mundillo del cómic perdimos algo el contacto, pese a que hablábamos de vez en cuando y nos vimos en varias ocasiones. Hablamos varias veces cuando yo ya sabía que estaba enfermo (él nunca me lo dijo) y, ni siquiera en esa época Paco dejó de ser Paco. Hasta el último momento se mantuvo inquieto y efervescente, atento a cada propuesta que le hiciese, por loca que fuera (algún día contaré la historia del cómic de Los Planetas que pudo ser y no fue). Estés donde estés, Paco, se te echa de menos.
[Actualización: Horas después de publicarse el artículo, el también dibujante valenciano Jesús Yugo cuenta que trabajaba por esa época en el estudio de Paco Roca y fue él quien dibujó las páginas que ilustran este post]