Reseña de Hit Emocional, de Juanjo Sáez

Decir que Hit Emocional es una recopilación de la sección que Juanjo Sáez publicó durante años en la revista Rockdelux no sólo sería incorrecto sino también injusto. Sáez, más bien, ha tomado estas páginas, en las que utilizaba una canción determinada como excusa para reflexionar sobre la vida y, claro,  la música, como punto de partida para crear una obra que viene a ser una carta de amor enorme a la música.

Ya desde el primer momento Sáez deja bien claro lo que significa en su vida la música y es bastante evidente que gran parte de los lectores que se acerquen a esta obra lo harán por ser seguidores del autor de El arte o Viviendo del cuento o lectores de Rockdelux. En cualquiera de ambos casos, me cuesta creer que nadie que haya decidido comprar Hit Emocional no considere la música como algo fundamental en su vida.

Realmente, es difícil ser objetivo con Juanjo Sáez, a quien sigo la pista desde los tiempos de Círculo Primigenio. Me prometí que no utilizaría la palabra «generacional» a la hora de afrontar esta reseña, pero me rindo. Creo que cualquiera que haya leído al autor conoce la habilidad que tiene para tocarte la fibra sensible si has vivido más o menos de cerca el nacimiento, auge y caída de la era indie en España. En el fondo, habla de grupos, lugares, estéticas, situaciones y festivales que muchos hemos conocido de primera mano, y su manera de contar cómo experimentó todo aquello (pese a que, como él mismo admite, es un tipo bastante peculiar), genera una identificación casi instantánea. Tampoco sería justo ceñirnos al tema generacional (¡otra vez!) como clave de la capacidad de generar empatía que tiene Hit Emocional. En el fondo, lo que nos cuenta no deja de ser la historia universal de cómo la música constituye un factor determinante en el carácter y educación sentimental y una fuente de identidad, diferenciación y rebeldía de adolescentes y jóvenes durante muchísimas épocas distintas, al menos hasta la llegada de Internet, dado el cambio radical que ha supuesto en el acceso, uso y consumo de la música. Detrás de tantas canciones y anécdotas también están el miedo a crecer y encasillarse, las contradicciones de la edad adulta, la nostalgia y el desasosiego ante el inevitable paso del tiempo, las decisiones, las relaciones, la muerte y la madurez. Todo ello contado de esa manera directa y -no creo que a estas alturas nadie lo discuta- sincera con que Juanjo Sáez ha abordado sus obras desde siempre.

Así, Juanjo nos habla de su padre, de sus novias y de su viaje de interrail; se curra una especie de infográficos sui generis sobre el heavy metal, el indie o la electrónica y, aunque de chaval no te gustase el heavy o tus grupos preferidos no sean los mismos que los suyos, consigue engancharte. Hace que te traspase esa calidez del amigo que te cuenta cosas que para él son realmente importantes y, por tanto, a ti también te importan porque, hey, los amigos de verdad están para eso.

Coincido totalmente  con Juanjo Sáez cuando dice que lo que le interesa de la música es la emoción por encima de otras consideraciones. De hecho, es algo que se puede aplicar perfectamente a los cómics. Creo fervientemente que una obra que consigue emocionar a quien lo lee es un muy buen tebeo, y eso es exactamente lo que consigue Hit Emocional.

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